1364 es el resultado de un proceso artístico en el que el tiempo, la acumulación y el crecimiento exponencial de la materia constituyen una parte tan esencial de la obra como el resultado. La capacidad adaptativa de unos materiales que, aunque propios del dibujo, adquieren en la tridimensionalidad una nueva significación, se evidencia en la manera en que conforman una unidad a partir de la suma reiterada. O tal vez sea una unidad dividida.
La capacidad de mutación a favor del entorno y el contexto no sólo afecta a nuestro aspecto físico -epigenética-, sino que es capaz de transformar nuestras conductas sociales, políticas, lingüísticas y morales a favor de la adaptación. Condicionantes éstos que determinan nuestras capacidades de relación en una sociedad que a pesar de posibilitarnos nos delimita. En este sentido 1364 pretende retratar una nueva superficie de interacciones a través de esa compilación de gestos y materia doblegada.